COMO MEJORAR EL BIENESTAR DE TU GATO EN 10 PASOS.

El comportamiento del gato doméstico es el propio de un pequeño depredador, independiente y territorial.
En condiciones de libertad, los gatos invierten la mayor parte de su tiempo en descansar, acicalar su piel y pelaje, cazar y dejar marcas en su territorio.
Para sentirse bien, un gato, cuando vive en interior, debe poder expresar esas tendencias naturales. Es una necesidad para el gato explorar el entorno, marcar su territorio y jugar a perseguir objetos, como si estuviera cazando.

Te dejamos 10 recomendaciones básicas para conseguir una mejor calidad de vida. Lo que los veterinarios llamamos enriquecimiento ambiental.

1.- Respetar su necesidad de independencia y privacidad

El gato doméstico ha aprendido a compartir su territorio con los seres humanos, con los que además llega a establecer vínculos afectivos muy intensos. A pesar de ello, todavía conserva parte de su espíritu original, independiente y territorial.

Independencia
Mientras que algunos gatos no parecen establecer límites a su deseo de relación con el ser humano, la mayoría manifiesta una tolerancia
limitada al contacto, sobre todo físico. Como norma general, debemos
dejar que sea el gato quien decida el grado de contacto social que
desea mantener con nosotros. No debemos pues forzarlo en ningún
caso a permanecer a nuestro lado o acariciarlo durante más tiempo
del que él considere aceptable.

Privacidad
A menudo, los gatos necesitan disfrutar de un período de
tranquilidad, lejos del contacto con las personas y con otros gatos.
Suelen para ello descansar en habitaciones o zonas tranquilas de la
casa. Es importante proporcionarle esos lugares y no molestarlo en esos momentos.

2.- No castigarlo

El castigo es un método de aprendizaje totalmente contraindicado en la educación de un gato. Favorece la aparición de estrés, así como de reacciones de miedo y agresividad hacia las personas.

3.- Proporcionarle un espacio tridimensional

La conducta natural del gato doméstico y en general de los felinos incluye la tendencia a saltar y subir a lugares elevados, donde parecen sentirse más seguros.
Es necesario pues proporcionar al gato estructuras donde poder trepar y descansar. En el mercado existen diseños muy variados, si bien es importante que incluyan plataformas a diferentes niveles del suelo y, si es posible, un rascador. Deben situarse en la zona de casa donde el gato pasa la mayor parte de su tiempo, por ejemplo, el salón.

4.- Favorecer el buen uso de la bandeja de arena

Disponer al menos 2 bandejas de arena y colocarlas en diferentes lugares de la casa.
Si en casa conviven 2 o más gatos, es necesario colocar más de 2 bandejas de arena (tantas como gatos más una). En otra publicación hablaremos de las características de la bandeja, de la arena y de la rutina de limpieza.

5.- Administrar una dieta adecuada

Una correcta alimentación no depende exclusivamente del producto utilizado, sino también, de la forma en que es presentado.

  • La dieta ideal debería incluir una parte de alimento seco (pienso)
  • y una parte de alimento húmedo (lata). La inclusión de alimento
  • húmedo en la alimentación diaria del gato previene la aparición
  • de enfermedades de las vías urinarias.
  • Dividir la toma de alimento en pequeñas porciones.
  • Delante del gato, esconder un trocito de comida tras algún
    objeto, por ejemplo, la pata de un mueble.
  • Repetir el proceso con nuevos trocitos de comida, que
    esconderemos en otros lugares.
  • En días sucesivos, complicaremos el ejercicio escondiendo los
    trocitos de comida cada vez en lugares más complicados y sin
    que el gato vea ya cómo lo hacemos.

6.- Garantizar un adecuado consumo de agua

El alimento seco no contiene prácticamente líquido y, por tanto, exige al gato beber más. La tendencia de los gatos a consumir agua directamente es muy reducida.
Los gatos que son alimentados con lata, apenas necesitan beber agua, pues sus necesidades quedan cubiertas por el propio alimento.

Sin embargo, los gatos alimentados con alimento seco deben compensar la falta de líquido bebiendo agua. Es importante pues tomar medidas para estimular la tendencia del gato a beber:

  • Disponer más de un bebedero, en diferentes lugares de la vivienda, lejos de la bandeja de arena.
  • El bebedero debe ser suficientemente ancho y contener suficiente agua como para que el gato beba sin que los bigotes de sus mejillas rocen las paredes del recipiente. Se trata de una sensación desagradable para el gato, que podría incitarlo a dejar de beber.
  • El agua de todos los bebederos debe ser renovada al menos una o dos veces al día.
  • Los bebederos a modo de fuente, promueven mucho el consumo de agua.

7.- Permitir que marque el territorio con las garras

La conducta de rascado tiene 3 funciones conocidas:

  1. Depositar marcas olfativas y visuales en el territorio. Los gatos suelen marcar objetos que se encuentran próximos a su lugar o lugares de descanso, que pueden considerarse la zona central del territorio.
    Una vez han rascado en un determinado lugar, los gatos suelen volver a él una y otra vez a intervalos más o menos regulares de tiempo.
  2. Acondicionar las garras.
  3. Estirar y tonificar la musculatura. De hecho, los gatos suelen arañar objetos tras un período de descanso. El rascado es pues una conducta natural, que el gato debe poder
    expresar sin restricciones. Nuestro objetivo es disponer un rascador con unas características y localización que garanticen su uso y eviten que la conducta pueda dirigirse a objetos inadecuados, como muebles, puertas o cortinas. Las características ideales que debe reunir del rascador, lo trataremos en otra publicación.

8.- Satisfacer su necesidad de juego y exploración

Los gatos muestran una conducta de juego muy marcada, sobre todo durante los primeros meses de vida.
El juego favorito de los gatos es perseguir objetos en movimiento, como si cazaran.
En ocasiones, las personas intentamos jugar con nuestros gatos como si fueran perros y promovemos un estilo de juego basado en la interacción y en el contacto físico. Sin embargo, al actuar de esta forma el gato puede aprender a identificar nuestras manos o nuestros pies como las “presas” a las que perseguir en sus juegos de caza.
Cada vez que el gato tenga ganas de jugar, reaccionará al movimiento de nuestras manos y podrá llegar a hacernos daño con sus arañazos y sus mordiscos.

Jugar con nuestro gato
Nunca jugar con el gato estimulándolo a perseguir nuestras manos o nuestros pies.
El juego ideal es lanzar bolas de papel o juguetes especialmente diseñados para jugar con el gato.
Es importante cambiar cada pocos días el objeto utilizado durante el juego, para evitar pierda la motivación. Es recomendable llevar a cabo al menos una o dos sesiones de juego al día.

Conseguir que nuestro gato juegue solo.
Podemos incentivar el juego y la exploración mediante los denominados juguetes interactivos. Se trata de dispositivos, de diseños y materiales muy variados, con partes móviles o en los que puede esconderse una pequeña cantidad de alimento.

9.- No trasladarlo de territorio

Los gatos están muy apegados al lugar donde viven. No en vano muchas veces se ha dicho que nosotros vivimos en el territorio de nuestro gato, y no a la inversa.
El traslado de territorio es uno de los sucesos potencialmente más estresantes para un gato. Por ello, debemos desplazarlo sólo cuando sea absolutamente necesario, por ejemplo, si nos mudamos a una nueva vivienda.
Si vamos a ausentarnos sólo por unos días, es mejor dejar al gato en casa y solicitar la ayuda de alguna persona que se comprometa a visitarlo al menos una vez al día, para renovar el agua, la comida, limpiar la arena de la bandeja y, en general, comprobar que todo marcha bien.

10.- Aprender a reconocer cuándo no está bien

Los gatos adultos son animales de costumbres más o menos fijas y con un comportamiento relativamente estable. Así, cualquier cambio destacable en los hábitos o el carácter de nuestro gato podría ser el indicio de que algo no va bien.
Muchas enfermedades se manifiestan en primera instancia a través de un cambio de comportamiento. Además, el estrés puede ser también la causa de una alteración de la conducta habitual del gato. Es importante recordar que los gatos se estresan con facilidad y por motivos distintos a los que afectan a las personas.